Fue un raro día de pesca.
A las 7:00 ya enfilabamos la "rubina" rumbo al "180".
El día estaba tranquilo y el mar calmo, aunque se podían distinguir unas nubes lejanas.
La tripulación era la misma de siempre: Peque, chava, robert, beto y yo.
A las 7 u 8 millas empezaron los problemas: la lancha "suerte" (?) de la flota del catch 22 tenia broncas mecánicas. Tuvimos que regresarnos a remolcarlos hasta la marina.
Con un nuevo pasajero, un gringo hijo de john goodman, el famoso actor hollywoodense (Pedro Picapiedra), retomamos el rumbo, pero ahora se veía un día diferente: una tormenta se acercaba.
La lluvia y el viento helado nos alcanzaron.
El cielo se cerró por todos lados y el capitán Almada decidió regresar.
Ya veniamos de vuelta, medio agüitados, cuando el cielo se tornó azul y se despejó.
Una vez mas, retomamos el rumbo.
Pescamos varias horas, con poca suerte: se nos soltaron varios y sólo logramos dos dorados (conocidos por los gabachos como mahi-mahi).
La edad no perdona y al regreso, el cansancio terminó por imponerse y los pescadores se durmieron.
Lo curioso es que el capitán, desvelado y cansado, puso el piloto automático y también se echó su sueñito.
A la otra nos va a
ir mejor.
Sincho.
Saturday, October 07, 2006
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